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El 4 de marzo acudieron los medios. Todo un acontecimiento, con algunas caras conocidas, redactores, periodistas e invitados, aunque no puedes identificarlos a todos. Una inauguración exitosa en la que pude mostrar mis obras en sus espacios respectivamente junto a Blanca Hevia y Fran Cassinello, todo un lujo. Además el privilegio de conocer personalmente a grandes interioristas tales como Sara Folch, Meritxell y Josep de Theroom-studio, Ana Milena y Christophe de Masqueespacio, entre otros, así como ver de nuevo a tantos profesionales con los que compartir la experiencia Casadecor2020.

Mi obra:

Un mural trampantojo en el cabecero de una cama en el espacio llamado “Lunas de Bioko” para Mia Petra proyectado por Blanca Hevia.

Otro mural esta vez sobre una bañera en la suite “La Chambrè Enchantress” de Mandalay interiorismo.

Ambos pintados sobre lienzo para que después, una vez acabe la edición de Casadecor, recuperarlos y enmarcarlos como cuadros. Este año quieren hacer hincapié en un Casadecor sostenible así que estas pinturas se reutilizan perfectamente para montarse en un bastidor, hacer un biombo o quizá volver a pegarlos en otra pared.

Mi impresión es que esta edición cuenta con sorpresas, al menos para mí, hay que recordar que yo no soy interiorista, soy pintora artística y muralista, pero he encontrado originalidad en muchos aspectos. Ideas decorativas, domótica, materiales… realmente fascinante.

Y hablando de cosas fascinantes, me ha sorprendido la cantidad de gente que conoce mi obra, sigue mis pasos, y de cómo el público en general se sorprende con mis murales y los valora efusivamente. Muchos piensan que es un fresco, otros que es un papel, en cualquier caso les encanta. Sienten curiosidad, se acercan para ver el detalle y comprobarlo, lo tocan, cosa que invito a hacer para que comprueben la textura y las pinceladas, así se dan cuenta que no tiene nada que ver con un papel. Con la cantidad de barnices que llevan ya pueden retocarlos, que no les pasa nada, y se pueden limpiar con un paño. Me comentan que se meten en el paisaje y les relaja. Es justo lo que busco. Belleza, paz, equilibrio a parte de dar profundidad al espacio y que ese mensaje llegue es lo que quiero, creo que lo consigo, obviamente habrá a quien no, pero en general gusta y se valoran.

Son muchas horas de trabajo, desde que se genera la idea, se plasma el boceto y se pasa a un lienzo o pared. Y la cosa no queda ahí, una vez está pintado queda envejecerlo, despintarlo, es decir, con una serie de técnicas de craquelados, veladuras, lijados… un efecto final que hace que la obra tenga una textura como pintada hace años.

Que le vamos a hacer me gusta complicarme, buscando que mis pinturas tengan ese efecto que las hace diferentes.

Espero que os guste y gracias por leerme.